Querida mujer, tan sólo decirte que dejes de buscar en mí a tu príncipe azul, a tu salvador, ahora es el momento de mirarnos y vernos como iguales. Mi más sincero perdón por creerme superior a ti, necesito tu ayuda, si...no me pidas que te haga feliz, que te de seguridad, no me pidas que te de placer ni mucho menos economía, no me pidas una buena y cómoda vida y ¿sabes por qué? Porque yo no soy proveedor de nadie, en todo caso de mi mismo así como tú lo eres de ti misma. No busques en mi a tu padre y te prometo que yo no buscaré en ti a mi madre, me he dado cuenta que lo he hecho durante años, y sé que tu no pedías eso , pero bueno, cosas de nuestra universidad de origen, pues si me educaron así...me des-educo, también lo hicieron a ostias y yo no hago lo mismo con mis hijos. Tú no tienes la culpa cariño, te educaron así, "el hombre es responsable y proveedor de tu felicidad”, esta es la idea que más puede facilitar esa desigualdad que tan de moda esta y tanto daño nos hace, des-edúcate puesto que cuanto menos me necesitas, más atractiva te veo.

Hay una cosa que me encanta de ti y es que cuando te pones guapa lo haces por ti misma y no por mí, yo tampoco te lo pido, renovemos entre los dos la idea de lo masculino , estoy muy cansado, no puedo con todo... ni quiero, no me pertenece, lo que sí puedo hacer es...acompañarte, mimarte y quererte pero sostenerte es algo que te pertenece a ti, muchas veces piensas que todos los hombres somos iguales pero en el fondo sabes que no es así, me gusta que seas seductora pero no sumisa, visceral pero no histriónica, observadora pero no paranoica y si alguna vez te sientes agredida por mí de cualquiera de las formas, sal corriendo a la primera, no me des oportunidades porque no las mereceré.

Recuerda no soy responsable de tu placer ni de tu bienestar, perdona pero…

eso es cosa tuya.

Att.

Un hombre.