Comunicarse
Actualizado: 6 sept

Cuanto usamos éste término, comunicación, en diferentes parcelas como por ejemplo; la pareja, con los amigos, con la familia, en las empresas, sobre todo en ésta última la cantidad de formaciones, cursos que se dan para mejorar el rendimiento de sus trabajadores, directivos, etc…tenemos a nuestro alcance un montón de técnicas, métodos, teorías que nos enseñan y que utilizamos de forma productiva, ahora bien lo que a mí me gustaría es poder diferenciar entre dialogo y comunicación, ya que muchas veces dialogamos mucho y comunicamos poco, me doy cuenta, empezando por mí, que después de estar dialogando a veces durante horas, no dejan de quedar cosas en la ambigüedad, o sea, poco claras. Lo que expongo aquí desde mi formación gestáltica es una buena herramienta para expresar claramente lo que quieres comunicar, primero tener claro y centrarse en uno mismo y darse cuenta cuál es mi demanda y a qué necesidad responde, en Terapia Gestalt enfatizamos en el darse cuenta (poner conciencia) ya que es básico para el individuo poder elegir, por lo tanto te hace más libre. Pongo el ejemplo de dos amigos en el que uno le explica al otro que va a iniciar un negocio, charlan durante horas y el emprendedor no se queda con buenas sensaciones, se da cuenta que ha terminado agotado después de mucho dialogo pero no quedan satisfechas sus carencias. Aquí es donde puede comenzar la búsqueda de, aunque difícil de ver, suele ser lo más simple, y preguntarse ¿cuál es mi demanda? que mi amigo me diga que todo va a salir bien, ¿a qué necesidad responde? tengo miedo de que salga mal. Puede sonar raro pero resulta una comunicación sencilla y mas real diciéndole, tengo miedo y necesito a un amigo que me diga que todo va a salir bien, ¿puedes hacer esto por mí? Nos hemos ahorrado tiempo y palabras, decir también que a veces hay que dialogar mucho para darte cuenta de esto. De los que podemos aprender mucho es de las personas mayores, ellos saben comunicarse de esta manera, cuando visito a mi madre, me siento a su lado y le cuento como me van las cosas, el trabajo, la familia, la salud, si tengo algún proyecto en mente, problemas que solucionar, ella que apenas me oye y ve muy poco permanece a mi lado asintiendo y yo continuo hablando puedo estar unos treinta minutos, tengo la impresión de que no me entiende nada de lo que le digo pero también muy claro de que si cómo se lo digo, así que cuando termino, ella pone su mano sobre mi hombro y me dice; Muy bien hijo, ¿pero tú estás bien? y yo le respondo; Si mama, estoy bien, es donde me doy cuenta, que yo estoy dialogando y ella sin estudios, se está comunicando, dándose cuenta de la demanda y la necesidad que subyace implícitamente en nuestra conversación. Si tienes claro que es lo que quieres y a qué necesidad responde es mucho más fácil, directo, simple y real, esto los niños lo vez saben hacer muy bien, es después, cuando nos convertimos en adultos cuando complicamos las cosas y como una vez me dijo un amigo con su acento argentino, hay que “descomplicarse”.
Con el diálogo existen maneras enrevesadas de mostrar necesidades afectivas, a todos nos gusta que nos quieran pero muchas veces no sabemos cómo pedirlo, si tu pareja o algún ser querido se enfada, da un portazo o incluso te agrede verbalmente, solo el instinto te avisara si realmente lo que pide es una caricia, o que le digas que la quieres, la cuestión es observar lo más simple, la demanda y la necesidad es una de las cosas que la mente dificulta la identificación, si, no sabemos bien lo que queremos ni lo que quiere el otro, para averiguarlo hay veces que lo mejor es no pensar...
“La buena comunicación esta en el gobierno de los silencios”
